lunes, 28 de enero de 2013
domingo, 27 de enero de 2013
No habrá Paz sin independencia.
Es
un absurdo siquiera mencionar la palabra paz en un país donde sus
habitantes están sometidos de manera violenta a los dictámenes de
fuerzas extranjeras, en un Estado invadido, masacrado, ocupado y
expoliado durante siglos por dos potencias invasoras.
En un pueblo sometido a un proceso de colonización, como es el caso nuestro, la reacción ante tal situación es lenta y costosa.
Lenta
por la ventaja que adquiere el imperialismo en un proceso de
aculturización sistemático en el plano político. El poder político de
las potencias ocupantes es, al día de hoy, muy superior al del pueblo
subyugado. Para ello debe necesariamente contar con la colaboración de
elementos indígenos, autóctonos para poder llevar a cabo su empresa
delictiva. Es por ello que la respuesta del pueblo ocupado tiene que
dirimirse en el campo de la política.
La
política es el proceso por el cual el uso de la fuerza coercitiva es
legitimado, es el arte y/o la ciencia de perseguir objetivos en función
de la fuerza que uno dispone. Es una ciencia más, y como todas las
ciencias tiene sus propias reglas. Una de ellas es el saber medir en
cada momento los fines establecidos con los medios disponibles. El
romper este axioma conduce directamente al fracaso por parte del grupo
que comete el error.
Ahora bien, desde
el momento que consideramos de que existe un pueblo ello indica que
dispone de un poder, mucho o poco, mejorable o no, eso lo ira indicando
su capacidad de regeneración del poder político. Un pueblo se define por
su poder, o chocas o no chocas con él, si te lo encuentras es porque
existe.
Costosa por la cantidad ingente de esfuerzos empleados para tan poco resultado a lo largo de estos últimos siglos.
Es
un absoluto despropósito constatar cómo se ha ido desangrando este
pueblo mientras su objetivo de recuperar la libertad arrebatada se va,
en paralelo, alejándose cada vez más. Ello se lo debemos a la falta de
estrategia que impera en el país desde la pérdida de nuestra
estatalidad, cuando fue invadido, destruido y aniquilado nuestro ente
soberano.
La
absoluta incapacidad de los líderes que dicen pretender la liberación
de su pueblo pero que no hacen nada para ello nos ha llevado a la
situación actual. Los pocos resortes de poder que aún conservamos no se
los debemos a ellos sino al propio pueblo que en condiciones totalmente
adversas mantiene todavía encendida la llama de libertad. Mientras,
desde los aparatos que se han puesto "al frente del proceso de
liberación", diseñados en la práctica para frenar la capacidad popular,
el fair-play con el enemigo es la única vía que nos proponen. Intentan
aleccionarnos en el sentido de que toda salida a esta situación de
opresión nacional se resolverá por la vía del pactismo, del encaje
dentro del sistema del ocupante, de la "desactivación necesaria" de la
fase de la resistencia, de que no existen ya enemigos bélicos sino
contrincantes políticos en pie de igualdad, de que la capacidad de
respuesta del ocupado es intrínsicamente mala, nociva, e innecesaria,
achacándole todos los males y haciéndole culpable de que no se pueda
llegar a una situación de "normalidad". De que hay que democratizar a
los estados dominantes para luego poder mendigar parcelas de poder
delegadas por estos. De que la independencia es una "opción más". Llegan
incluso hasta querernos hacer creer que las instituciones actuales,
hechas a medida de los invasores, por los invasores y lógicamente, para
los invasores, son instrumentos válidos para emanciparnos de ellos, cómo
si el enemigo nos iba a poner a nuestra disposición herramientas que
nos permitan librarnos de él.
Con
este "bagaje ideológico", evidentemente, nos conducen a tener que
aceptar la "legalidad vigente" con toda normalidad, ser partícipes y
agentes activos de la legitimización de la actual situación de opresión y
ocupación a la cual somos sometidos por la fuerza de las armas. El
tener que tomar parte en unas instituciones no solamente extranjeras
sino que ilegales en nuestros territorios. Dos potencias ocupantes no
pueden nunca ser consideradas legales al igual que todas las leyes que
emanan de ellas en territorios que no son suyos. Sabedores de ello los
imperialistas manejan los hilos a sus anchas consiguiendo erosionar y
debilitar, sin dar tregua, los resortes de poder que aún perviven en el
campo de los ocupados. Sometidos al chantaje continuo llegamos incluso a
contemplar con profunda tristeza cómo los "lideres" de este país acuden
al parlamento de los ocupantes con un "plan" soberanista y son la mofa y
el hazmereír no solamente de España sino de toda Europa. Cuando los
ocupados piden a gritos al invasor que les vuelvan a "legalizar" y
readmitir en un sistema al que dicen combatir. Cuando se exige el
traslado de los presos vascos, encarcelados por culpa de la acción
delictiva de Francia y España en los territorios de Nabarra, a prisiones
"vascas", dando por entendido de que tienen que seguir siendo
encarcelados en las mazmorras de los ocupantes. Cuando nos apremian de
que aquí existen varias "sensibilidades" y exigen todos los derechos
para todos, poniendo al mismo nivel al agresor (el ocupante) y al
agredido (el ocupado). Cuando nos quieren liar con la falsa separación
entre derechos nacionales y sociales cuando en realidad los derechos
nacionales constituyen los derechos sociales siendo los derechos
sociales constituyentes de los derechos nacionales. Cuando los ocupados
somos llamados a ser recaudadores de los impuestos en beneficio de los
ocupantes para perpetuar por más siglos la ocupación. Ellos, los
imperialistas, siendo como son, de una voracidad sin limites, pedirán
más y más pruebas de sumisión y nosotros, los ocupados, acabaremos
desapareciendo como pueblo, seremos borrados de la historia. Esa
desaparición esta programada por la naturaleza misma y el funcionamiento
de los aparatos de guerra de los estados ocupantes.
Para
que este panorama tan sombrío, desolador y estremecedor no se convierta
en una realidad sin vuelta atrás habrá que obrar en el único campo en
el que se puede dar solución a lo aquí expuesto: en el terreno de la
política. Hay que resistir, dejar de colaborar con el imperialismo desde
hoy mismo, dejar de hacer lo que no nos conviene, organizarnos. Tenemos
que reactivar una institución propia, no emanada de la legislación del
ocupante, una Autoridad Nacional, un gobierno propio, para todos los que
nos consideramos ocupados. No nos sirven los partidos políticos
inscritos en el ministerio del interior de Francia y España, que además
de no tener ninguna legitimidad se convierten en "familias" que sólo
piensan en sus intereses de partido, sumidos en la infraestrategia y la
sub-política, incapaces o no deseosos de tener una visión global del
país al que dicen defender. Conseguiremos la unidad de este pueblo sólo
si la insertamos dentro de una estrategia política. No hay otro camino,
sin estrategia política no puede ni tiene porque haber unidad. Quien
tiene que liderar este proceso es el mismo pueblo, reactivando sus
instituciones propias, las que considere necesarias y pausibles en una
situación como la nuestra: la de un Estado ocupado.
Parafraseando
a Antonio Maceo Grajales, general del ejercito mambí frente a Arsenio
Martínez Campos, General de las tropas ocupantes españolas en cuba en el
año 1878: "No habrá paz sin la independencia de Cuba!". Fue la
"Protesta de Baraguá" frente al "Pacto del Zanjón" donde el resto de
generales del ejercito mambí aceptaron la "paz" a cambio de convertirse
en una autonomía de España. Trasladándonos a los territorios ocupados
del Estado de Nabarra: pnv, sortu, ea, eta y demás fuerzas autonomistas
se han situado claramente en Zanjón.
Nuestra
victoria sin embargo anida en lo más hondo de este pueblo, que al igual
que Antonio Maceo Grajales, lleva en su interior el espíritu innato de
Baraguá.
martes, 22 de enero de 2013
lunes, 21 de enero de 2013
¿ Por que hay que pedir un referendum?
La opinión de Carles Camp, desde el Monasterio de San Benet de "Montserrat".
La trampa del referéndum desde el monasterio St. Benet de Montserrat
Tras el éxito sonado de la convocatoria de la manifestación a favor de la independencia de Cataluña del 11 de septiembre de 2012, se sienten numerosas voces a favor de la convocatoria de un referéndum para decidir democráticamente el destino de Cataluña. Y me pregunto: ¿por qué es necesario un referéndum?
Desde la Fundación de Estudios Históricos de Cataluña siempre hemos defendido que, pese a la visión de la historia de nuestro país que españoles y franceses nos han querido imponer, Cataluña-la parte que pertenece al estado español-no es España, ES DE ESPAÑA, fruto de una conquista militar. No fue una adhesión o una unión voluntaria de la que ahora nos arrepentimos.
Un país ocupado como lo fueron, por ejemplo Francia, Bélgica, Holanda, Noruega 0 Polonia desde 1939 hasta 1940 como consecuencia de la invasión por parte de los ejércitos alemanes. Tras la derrota de los nazis, en 1945, todos estos estados recuperaron automáticamente su soberanía. A nadie se le ocurrió proponer un referéndum para legitimar la nueva situación.
Si Cataluña es un país que perdió su soberanía por la fuerza de las armas y fue ocupado militarmente desde 1714, debería tener la misma consideración que los países ocupados por los alemanes durante la segunda guerra mundial. La anexión de Cataluña fue consecuencia de una agresión militar y fue seguida de un trato de país conquistado con ejecuciones, torturas, exilio, cárcel y expolios de todo tipo que, con pequeños intervalos, se ha prolongado la mayor parte de estos trescientos años.
El olvido de nuestra historia cuenta la aceptación acrítica de un procedimiento independentista que implica la legitimación de las razones de los ocupantes según las cuales Cataluña es una parte inseparable de España de la que forma parte por propia voluntad y desde tiempos inmemoriales .
Los catalanes, por tanto, de ninguna manera deberíamos sentirnos obligados a sustentar nuestro derecho mediante una consulta popular. Simplemente, habría una proclamación de nuestro parlamento, consensuada con las potencias europeas y mundiales, que restituyera, automáticamente, la soberanía perdida hace 300 años.
Aparte de ser un acto de absoluta justicia histórica, esta vía nos ahorraría un desagradable proceso previo a la consulta, atizado por el estado español con todos sus recursos, lleno de trampas, de amenazas y de mentiras, que tendría como objetivo sembrar el miedo y la división entre la población catalana.
Carles Camp
17 de septiembre de 2012
Monasterio de Sant Benet de Montserrat
La trampa del referéndum desde el monasterio St. Benet de Montserrat
Tras el éxito sonado de la convocatoria de la manifestación a favor de la independencia de Cataluña del 11 de septiembre de 2012, se sienten numerosas voces a favor de la convocatoria de un referéndum para decidir democráticamente el destino de Cataluña. Y me pregunto: ¿por qué es necesario un referéndum?
Desde la Fundación de Estudios Históricos de Cataluña siempre hemos defendido que, pese a la visión de la historia de nuestro país que españoles y franceses nos han querido imponer, Cataluña-la parte que pertenece al estado español-no es España, ES DE ESPAÑA, fruto de una conquista militar. No fue una adhesión o una unión voluntaria de la que ahora nos arrepentimos.
Un país ocupado como lo fueron, por ejemplo Francia, Bélgica, Holanda, Noruega 0 Polonia desde 1939 hasta 1940 como consecuencia de la invasión por parte de los ejércitos alemanes. Tras la derrota de los nazis, en 1945, todos estos estados recuperaron automáticamente su soberanía. A nadie se le ocurrió proponer un referéndum para legitimar la nueva situación.
Si Cataluña es un país que perdió su soberanía por la fuerza de las armas y fue ocupado militarmente desde 1714, debería tener la misma consideración que los países ocupados por los alemanes durante la segunda guerra mundial. La anexión de Cataluña fue consecuencia de una agresión militar y fue seguida de un trato de país conquistado con ejecuciones, torturas, exilio, cárcel y expolios de todo tipo que, con pequeños intervalos, se ha prolongado la mayor parte de estos trescientos años.
El olvido de nuestra historia cuenta la aceptación acrítica de un procedimiento independentista que implica la legitimación de las razones de los ocupantes según las cuales Cataluña es una parte inseparable de España de la que forma parte por propia voluntad y desde tiempos inmemoriales .
Los catalanes, por tanto, de ninguna manera deberíamos sentirnos obligados a sustentar nuestro derecho mediante una consulta popular. Simplemente, habría una proclamación de nuestro parlamento, consensuada con las potencias europeas y mundiales, que restituyera, automáticamente, la soberanía perdida hace 300 años.
Aparte de ser un acto de absoluta justicia histórica, esta vía nos ahorraría un desagradable proceso previo a la consulta, atizado por el estado español con todos sus recursos, lleno de trampas, de amenazas y de mentiras, que tendría como objetivo sembrar el miedo y la división entre la población catalana.
Carles Camp
17 de septiembre de 2012
Monasterio de Sant Benet de Montserrat
miércoles, 16 de enero de 2013
Conquistados pero no vencidos.
Poco a poco vamos detectando en
las frases que se agolpan en foros y Webs, que ha comenzado una campaña de
desagrado por el mensaje politico navarro entre algunos de nuestros vecinos y
compatriotas.
Una vez finalizado el vendaval de
reivindicación histórica que supuso el pasado año 2012, hemos entrado en el
2013 y tal y como preveíamos, la política ha tomado el relevo a la historia y
ha llegado el momento de demostrar, que Navarra como estado es mucho más que
libros amontonados y polvorientos, es un arma política de incalculable valor.
Este país lleva durante siglos
utilizando los cañones, las bayonetas, las cortes españolas, los gudaris, los
coches bombas, korrikas etc. etc, para intentar conseguir espacios de libertad
y el resultado tras años de
participación en las instituciones, son unas elecciones y el consiguiente acatamiento y
cumplimiento de las leyes españolas.
El arma que la historia nos ha
puesto en las manos, el Estado de Navarra, internacionaliza de facto el conflicto
y lo coloca automáticamente en un problema estrictamente colonial y con
resolución, si el pueblo navarro así lo desea, en forma de carta de
descolonización. Así de sencillo.
Con ONU o sin ONU, Navarra es el
argumento y recuperar ese estado se convierte en estrategia inversa que hay que
realizar, empezando por nuestro gobierno provisional y bajando hasta la
actualidad.
Es decir el camino de este pueblo
debe comenzar por distribuir de nuevo el territorio, elegir una Asamblea Nacional de transición,crear
un nuevo censo, convocar unas elecciones, elegir un gobierno provisional y
declarar la independencia de Navarra y luego llamaremos a nuestro estado como
decidamos y seremos una democracia partidista o un estado socialista o lo que
nos apetezca ser.
Nosotros hablamos de conceptos
estatalistas y manejamos la mentalidad de recuperar paso a paso nuestro estado
y por principios heredados de nuestros antepasados libres, debemos luchar día a
día por participar y colaborar lo mínimo posible con el estado colonizador.
Navarra es una colonia de España
y Francia titulaba Jon Oria Oses y tristemente la mayoría de nuestros
representante políticos no se han dado todavía cuenta o quizás no se quieran
enterar.
Van pasando los días. Meses y
semanas y afortunadamente las viejas ideas que hemos recibido de la historia de
nuestro pueblo, van desarrollándose con cada vez más fuerza argumental.
Hemos recuperado nuestra razón
histórica como pueblo que fue indiscutiblemente conquistado por medio de las
armas. Razón está que invalida de facto todas las leyes que durante estos 900
años han ido aplicando los poderes y gobiernos españoles desde la primera
conquista de Ata puerca de 1045.
Si todo el pueblo navarro tomara
conciencia de la fuerza de este arma política llamada Navarra y la capacidad de
aglutinar a todos los sectores de la sociedad y la territorialidad de Navarra,
podríamos vislumbra nuestra libertad, mucho antes de lo que podríamos pensar.
Recuperar Navarra va a costar su
tiempo, pero mucho menos del que pensamos, a otros les lleva costando construir
su estado llamado Euskadi mas de 200 años y después de guerras y elecciones
lo único conseguido hasta ahora es solo
parlamentarismo, pero dentro de las cortes y parlamentos españoles.
No han sido capaces de construir
ni una sola institución propia en estos 200 años a excepción del accidental gobierno
de Euskadi del Lehendakari Aguirre, lo demás han sido luchas sin resultados y
desgaste de generaciones de jóvenes que dando su vida creían colaborar en
conseguir la libertad.
Los esfuerzos fueron
gloriosos y la historia así lo
reconocerá, pero la estrategias a las que siglo tras siglo nos han llevado los
dirigentes de nuestro pueblo, muestra muy a las claras que no ha habido ni hay
ningún tipo de voluntad, de llevar a este pueblo hacia la independencia.
Por eso como siempre ha ocurrido
en la historia, será el pueblo navarro el que tome sus armas ideológicas y se lance a recuperar lo que le robaron, su tierra ,su libertad y pasará por encima de
los culos apoltronados ante la comodidad de creerse gobernantes y fingir que
trabaja para el ocupado cuando en realidad lo hacen para el ocupante.
Esto es la voz de la resistencia
de la Navarra que nunca fue dominada.
Conquistados pero no vencidos,
Esto ha sido Hordago Nabarra Agur.
lunes, 14 de enero de 2013
sábado, 12 de enero de 2013
Vuelve Hordago Nabarra. La radio libre de la Nabarra ocupada.
Hoy comenzamos un nuevo año, pero
nosotros los navarros continuamos obstinadamente reclamando y exigiendo que se
nos devuelvan todos los territorios, todo
el patrimonio histórico, todos nuestros montes y caminos, todas nuestras fronteras
en definitiva, recuperar nuestra nación para poder ser libres.
Pero antes de conseguir este objetivo, inalcanzable para
los colaboracionistas, debemos a nivel personal
tener que luchar para ser nosotros mismos libres.
Cambiar nuestros hábitos,
nuestros pensamientos, nuestra resignación, nuestro complejo de inferioridad.
Comenzar una batalla interna y
externa de descolonización paulatina, de desconexión frente a la lógica que nos
impone el ocupante con sus medios de comunicación. Un rechazo a todo lo que nos
venga desde el exterior, desde sus periódicos, su justicia su democracia y todo
el poder que a escondidas, nos aplican sin piedad a diario.
No vivimos en un país de
maravillas, el poder disfraza su presión y la suaviza para que nos sintamos
incluso a gusto, como nuestros representantes políticos vascosgandos.
Como repite Joseba Ariznabarreta
; nos dicen que tenemos democracia, que tenemos nuestra policía, que tenemos un
gobierno y un autogobierno, que podemos elegir a nuestros representantes etc. etc.…….
Todo un engranaje montado y
organizado para perpetuar la ocupación y división entre los territorios de Navarra y el ejemplo es la
misma realidad, Euskadi, Rioja, Navarra, Aragón, Burgos, esto solo dentro de
España y al otro lado casi sin
divisiones, Pirineos Atlánticos y una folclórica cote basque.
Acción y consecuencia, ocupación
es la dominación, Esto es Navarra en este comienzo del 2013 una panorama de
crisis como consecuencia de la ocupación y los navarros sin brújula en la vía
institucional y si fuerzas ni ilusiones para poder cambiar la realidad que
orquestan los países ocupantes.

jueves, 10 de enero de 2013
martes, 8 de enero de 2013
2012an egin ez den gogoeta
Nafarroaren Konkistaren V.
mendeurrena eztarriaren kontrako zulotik joan zaio bati baino gehiagori, ez bakarrik
nafar-espainiartasun defendatzaileei, baita independentziaren aldeko-edo
zenbait pentsalariri ere.
Ados gara gehienok, Nafarroako
Komunitate Foraleko agintariak barne, 1512ko errelato historikoa egiteko
borroka konkista ez legitimoaren aldeko bertsioak irabazi duela. Ulertzekoa da,
beraz, haiek lehenbailehen estalkia bota eta beste kontuetara pasa gaitezen
presa izatea.
Presa hori ez da hain
ulergarria garaipena lortzen inplikatu diren hainbatek gaia berehala itxi nahi
dutenean: beno, ya está, eta orain pasa gaitezen garrantzi handiagoko gauzetara, oraingotik
etorkizuna lantzera, esaten dute. Manifestaldi handi bat egin genuen eta kitto.
Irabazi dugu.
Epe laburreko memoria historikoa
izatea eta egunean eguneko erronkei erantzuten aritzea beti, nekagarria da eta
errentagarritasun politiko gutxi du; politika, herri honen subiranotasuna eta
Europan izan genuen Estatua berreskuratzeko epe ertain edo luzeko tresna moduan
ulertzen badugu behintzat.
Politikak eta herrigintzak
gizartea kohesionatu egin beharko lukete, helburu politikoen lorpenean
hegemonia landu, gizartearen hegemonia alegia. Nafarroa Garaiaren inbasioaren,
hau da, lurraldearen azkenaurreko konkistaren inguruan egindako mobilizazioak
hori lortu duen ala ez baloratu beharko litzateke. Gogoeta egin eta
eskarmentutik ikasi, ez “bukatu da” eta orain goazen beste zerbaitera.
Estatua dutenek ongi
dakite, eta Estatua berreraiki nahi dutenek jakin beharko lukete, Historia ez
dela politikoki neutroa. Haiek hori ezin hobeki erakutsi ziguten Bianako
printzearen prebenda-banaketaren egunean, Espainiarren ordezkari gorenetako bat
ekarri baitzuten gaztelaniaz zera esateko: "hace
ahora 500 años que Navarra continuó el destino hispánico que siempre estuvo
desde antiguo".
Gertakari hura konkista
izan zela gizartean finkatzeko egin den lana txalotu dute askok. Batetik, historiaren
aztarnetan begiratu eta bidegabekeria arrazoitzea; eta bestetik, gizarteratzeko
“Martxa Nazionala” bezalako mobilizazioa sustatzea, erabakigarria izan dela ere
gehienon adostasuna bildu du. Horiez guztiez gain, Nabarralde eta Nafarroa
Bizirik tandenaren funtzionamendua eredugarria izan dela iruditu zaigu beste
zenbaiti.
2012ko ekaineko Martxa
Nazionala amorruz ikusi zuten espainiarzaleek, eta ezustean harrapatu abertzale
asko. Ez zen ohiko manifestazioa izan. Estetika ezberdina izateaz gain, ordura
arte egindako biltzarrek izan ez duten, batasun (?), tankera adierazi baitzuen.
Aberri eguna, euskararen aldeko aldarriak, preso politikoak gogoan eta beste
zenbait agerraldi egin dira Iruñean, baina hau izan da azken hamarkadan, herri
bezala mugarria izan dugun gertaera historikoa medio, anitz
koloreko jendea kalera eraman duen bakarra.
Nola ez dugu kontuan
hartuko, bada, gure herriaren memoria historikoa kohesioa eta batasuna ematen
digun eragiletako bat dela; gizartean estatu propioaren helburua lortzeko
hegemoniarako beharrezkoa dela; elkarrekin dugun historian lurraldearen
osotasuna hobeto irudikatzen dela; mobilizazioaren akuilua dela; etorkizunerako
bide-orriaren argibidea dela eta horretan sakontzea gure kalterako ez, baizik
eta onerako dela.
Beñi Agirre
Euskara irakaslea
miércoles, 2 de enero de 2013
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